Una de las partes del edificio o casa, junto con los techos que están más expuestos a los elementos son las fachadas. Luz solar, calor, frío, lluvia, viento, aves… inciden cada día sobre la superficie de fachada.
Esto hace que sea necesario prestar especial atención sobre la correcta protección de fachadas, para así alargar su vida útil, ahorrar en mantenimiento y conservar un buen aspecto externo.
Para ello te dejamos una serie de consejos y acciones que puedes llevar a cabo para mantener tu fachada en unas condiciones óptimas. Vamos a verlas.
Utiliza pinturas especiales para fachadas
La gran mayoría de fachadas ofrece una última capa compuesta por pintura. También podemos encontrar fachadas de ladrillo, piedra natural o paneles prefabricados de distintos materiales.
Sin embargo, la mayor parte de las veces encontraremos una capa de pintura.
Esta pintura ha de ser especial para fachadas y deben ofrecer una serie de características necesarias para un correcto desempeño ante los elementos.
Entre estas características podemos encontrar: impermeabilidad, transpirabilidad y resistencia a microorganismos.
Pero también hay pinturas desarrolladas para condiciones más exigentes, como grandes cambios de temperatura (elasticidad) o expuestas a condiciones de alta salinidad (como por ejemplo en construcciones costeras).
Por último mencionar que además de elegir la pintura más adecuada para cada caso, debemos aplicarla correctamente siguiendo las indicaciones del fabricante y aplicando el número de capas necesario.
Proteger la fachada del agua
Las fachadas están expuestas al agua de lluvia y han de estar diseñadas y construidas para que esta no suponga un problema.
No solo para evitar filtraciones, sino para que el agua no se acumule en ningún punto de la fachada.
Para ello es esencial que se haga un diseño apropiado de cornisas, ventanas, balcones y cualquier elemento que contenga la fachada.
Estos elementos deben incorporar sistemas que permitan que el agua se evacue de la forma más rápida y eficiente posible.
De este modo evitaremos en gran medida la aparición de manchas de humedad por capilaridad o problemas de condensación en el interior de los cerramientos.
Proteger la fachada del sol
El otro gran enemigo de las fachadas, después de la lluvia y la humedad, es la luz solar.
El sol no solo calienta nuestra fachada sino que también produce un deterioro progresivo de todos los materiales expuestos, especialmente en compuestos de madera o resinas plásticas.
Es por esta razón que es importante que se apliquen los tratamientos pertinentes a cada uno de los elementos (ventanas, persianas, contraventanas, balcones, pretiles…) y que este tratamiento sea específico para ese material.
Las protecciones contra el sol más importantes han de hacerse en la fase de diseño del edificio, proyectando elementos que den sombra a la fachada, como pequeños aleros en la cornisa.
Estos aleros generan sombras, especialmente en verano cuando el sol sigue una trayectoria más alta y los rayos inciden con un ángulo mayor.
Además hay que considerar las distintas orientaciones de la casa, ya que no es lo mismo una fachada orientada al sur que al norte.
Si ya no podemos intervenir sobre estos elementos porque la casa ya está construida tendremos que usar elementos externos añadidos después. Vamos a verlos en el siguiente punto.
Apóyate en la decoración
Aunque seguimos con la idea de proteger nuestra fachada del sol, vamos a ver distintos elementos que además nos pueden ayudar con la decoración de la fachada. Por ejemplo:
Toldos. Los toldos son una opción muy eficiente para proteger la parte de la fachada más vulnerable al sol, es decir: las ventanas y balcones.
En este sentido, los toldos de colores claros responden mejor ya que absorben menor radiación solar y por lo tanto se calentarán menos.
Vegetación. Uno de los sistemas más eficientes para regular la temperatura del hogar son los muros verdes que protegen de la luz solar y por tanto del calor.
Este tipo de sistema requieren un tratamiento especial de la fachada previa para que la propia vegetación no dañe la pintura creando un problema extra en vez de solucionarlo.
Persianas. El correcto uso de las persianas puede ahorrarnos mucho dinero en calefacción o aire acondicionado. Especialmente en climas extremos.
Si necesitas construir o modificar tu fachada ya sea por protección climática, cambio de textura o color llámanos, tenemos soluciones especiales para lo que necesitas.
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